Especies en peligro
Como suelen decir los académicos antes de entrar en un discurso largo, "pido de antemano vuestra benevolencia» pero hoy dedico la Cinta a un tema que me apasiona ... de hecho a un par de temas.
Siendo realista reconozco que se trata de dos especialidades en vías de extinción, pero no por ello menos espectaculares: «dirt-track» y «endurance». Lo difícil cuando intentas escribir o hablar de algo que realmente quieres es que es fácil pasarte, exagerarlo o estropearlo con un exceso de pasión.
Esto me pasa cuando intento describir la velocidad a «gente normal» y también cuando hablo con los incondicionales de la velocidad es decir, de MotoGP más que nada de las dos disciplinas, las dos especies en peligro: «flat track», más conocido en España como «dirt-track» , y «endurance», más conocido en castellano como «resistencia». Durante las últimas semanas he vuelto a experimentar la magia del gran óvalo de La Milla de Indiánapolis y he visto derrapar de nuevo y, quizá por última vez a tanta velocidad, a King Kenny Roberts con su estilo salvaje ... A pesar de sus 57 castañas.
Y, por otros motivos y desde lejos, he seguido, desde los primeros entrenamientos libres del jueves hasta el podio del domingo, la edición 73a edición del Bol d'Or, una de las dos últimas clásicas europeas de «endurance» que sigue como prueba del Mundial, pero una especialidad que no es lo que era, digamos, en los tiempos de Godier-Genoud, Leon-Chemarin ... de Fontan-Moineau, de Grau-Cañellas, y de otros nombres que suenan tanto a resistencia.
¿QUÉ IMPORTANCIA TIENEN ESTOS DEPORTES EN DECLIVE?
Sólo sé mirar las cosas desde el punto de vista de EE.UU y de España. En Estados Unidos el «dirt-track» es el origen de todo. Los grandes velocistas de la generación de los '70, Roberts, Rennen, Baker, más los que se quedaron en casa como Rayborn, Nixon, Romero, Castro, Aldana ... y casi todos (menos Schwantz) los grandes de los '80 como Lawson, Mamola, Spencer y Rainey se jugaban el pellejo durante muchas noches de muchos años en los circuitos de milla, media milla y cuarto de milla, con bota de hierro desafiando los duros muros de madera y cemento sobre rugientes bicílindricas. Mayoritariamente Harley-Davidson, pero también sobre las BSA, Triumph e incluso las Honda. Para España, y aun más para Cataluña, la resistencia ha sido la cuna de grandes pilotos como Salvador Cañellas, Benjamín Grau y hasta escenario de las primeras carreras «importantes)) de futuros mundialistas como Carlos Cardús, Sito Pons y Juan Garriga, por no hablar de los grandes especialistas, desde Juan Soler BuItó y «Turuta» (José M. Llobet Artemán), ganadores españoles de la primera edición de las 24 Horas de Montjuic, hasta Grau Garriga-Cardús, ganadores de las última edición en 1986. Y sin olvidar que David Checa ha sido el primer español en llevarse el Mundial de Resistencia.
Las 24 Horas Frigo de Motociclismo, la prueba heredera espiritual del maratón de Montjuic, sigue aunque sin premios, y sin puntuación mundial, siendo escenario de una lucha anual entre los dos incondicionales de la resistencia en España, Eduard Català (Suzuki Catala) y Josep Maria Folch (Folch Endurance)... Actualmente empatados 5-5 en victorias. Y el Ayuntamiento de Albacete sigue en la brecha organizando Las 8 Horas de Albacete con titularidad de Mundial.
Por eso en los cinco equipos que luchaban por la victoria la semana pasada en Magny Cours, cuatro de los 15 pilotos sobre motos oficiales corrían con licencia de la RFME... y había otros siete españoles, todos «veteranos)) de la resistencia española."
DIRT-TRACK»: ROBERTS CABALGA DE NUEVO
Reconozco que fui un poco pesado en mis intentos de llevar a la Milla de Indianápolis a todo un equipo de RTVE para hacer un breve reportaje sobre la carrera Grand National, porque yo, nativo de Ilinois, estado fronterizo con Indiana, confieso una gran pasión por este deporte. El año anterior sólo pude convencer a Marc Martín, pero Marc volvió tan convencido que me hizo más fácil convencer a los demás... y como enganche extra, Kenny Roberts iba a dar unas vueltas de exhibición sobre una de las motos más legendarias de Estados Unidos, aquella TZ750 tetracilíndrica de «dos tiempos» amarilla con la que «King Kenny» dio un enorme disgusto al equipo oficial de Harley-Davidson, ganando a los dos oficiales, Jay Springsteen y «Corky» Keener después de una última vuelta legendaria... legendaria de verdad.
Si todos los que afirman haber visto a Roberts ganar aquel día hubiesen estado de verdad no hubiesen cabido en la vieja tribuna de meta cuya capacidad es de unas 11.000 personas. La historia de aquella carrera es leyenda. Roberts ganó el Campeonato Grand National con Yamaha en 1972 y 1973, humillando al equipo oficial Harley-Davidson y hasta enfadando a gran parte de la afición... Casi todos incondicionales de la marca de Milwaukee.
En aquella época, a principios de los años 70, Roberts con las Yamaha de Gran Premio era intocable en las pocas carreras de velocidad de EE.UU, pero en el campeonato Grand National puntuaban una combinación de carreras de tierra y de asfalto. En 1973 y 1974 Roberts se defendía muy bien en los óvalos de tierra batida sobre las Yamaha 650 ce bicilíndricas (aumentadas a 750 cc) preparadas por Shell Thuet. Yo le vi ganar la milla de San José y me acuerdo que, sentado en la primera fila de la tribuna, podría oler la gasolina que se escapaba del carburador derecho de la Norton 750 de Alex Jorgenson ... y me acuerdo del enfado de algunos de los aficionados cuando Roberts ganó con aquella «rice-burner» (insulto genérico dirigido a motos japonesas, motos que quemaban arroz en vez de gasolina).
Pero en 1975 Harley-Davidson hizo un gran esfuerzo, sacó más potencia y, sobre todo, una entrega más plana en la H-D XR750. Como medida de emergencia el australiano y ex campeón del mundo de 250, Kel Carruthers, metió un motor Yamaha TZ750 tetracilíndrico de «dos tiempos» en un chasis de «dirt-track)) de marca Champion. Nadie sabía si la moto sería competitiva. Rick Hocking, un piloto californiano, fue el primero en probarla, quedando segundo en una carrera regional en la media milla de Ascot, pero contra rivales que nada tenían que ver con los que esperaban en Indy.
Cuatro pilotos de Yamaha contaban con las TX750 para la Milla de Indy: Skip Aksland (el tío de Sud Aksland, preparador de motores de Wayne Rainey en Team Roberts durante los años 80 y 90), el malogrado Randy Cleek y el hombre que sería el primer norteamericano campeón del mundo de velocidad (Fórmula 750 en 1977), Steve Eaker.
La idea era llevar las motos en cuarta ya que temían perder agarre al cambiar a quinta (ni pensaban en meter sexta). Pero ni Cleek, ni Aksland, ni Baker se clasificaron en sus mangas y Roberts sólo tenía confianza en su «vecino)) Aksland (Roberts era de Modesto y Aksland de Manteca, a 30 km).
La «conversación» entre los dos amigos consistió en dos palabras... Una para cada uno:
Roberts: “¿Cambiaste?”
Aksland: “No.”
Roberts ganó su manga, cambiando entre cuarta y quinta, pero casi salió por orejas en plena recta un par de veces. Carruthers había calculado una velocidad máxima de 210 km/ h en cuarta, pero Roberts llegaba a 226 en quinta ... algunas veces, pero sólo cuando encontraba tracción en la salida de las curvas.
Cuando Roberts salió para ocupar supuesto en la parilla, al ser el más lento de los ganadores de las mangas estaba en segunda fila. Carruthers le preguntó: “¿Dónde crees que puedes acabar?”. Y Kenny le respondió: “Espero acabar en Indiana, pero puede que en Illinois”.
Y, como siempre, Roberts, un experto en la guerra psicológica hizo correr la voz de que estaba «petrificado de miedo» y que sólo esperaba coger un par de puntos. Los hombres rápidos de Harley Davidson aquella noche del 23 de agosto de 1975 eran Corky Keener y el joven Jay Springsteen.
En la salida la Yamaha patinaba, se retorcía y levantaba rueda... y Kenny se quedó entre los últimos pero cuando metió la quinta en la recta de atrás pasó a media parrilla. Al final de la primera vuelta iba sexto, pero las dos Harley oficiales se iban y Kenny se quedó estancado varias vueltas buscando la trayectoria ideal.
Las dos Harley oficiales iban por la trayectoria interior, sobre el carril de goma, «blue groove», pero para poder soltar toda la furia de la TZ Roberts iba por arriba, por la arena y rozando las balas de paja. Al final de la carrera encontraron alambre de las balas de paja entre la rueda y el basculante.
Mike Kid, destinado a ser campeón AMA Grand National en 1981 y actualmente director de «flat track» de la AMA, iba quinto y, pensaba que sin nadie cerca, cuando a mitad de carrera escuchó «un ruido terrible» que le atacaba por arriba en el peralte. “Kenny me pasó en la salida de la curva cuatro pegado al muro y daba miedo. Cuando metió la quinta era como si entrara el turbo. No volví a verle”.
“Una vez que estaba tercero pensaba que ya estaba bien... Iba a ser tercero, nada mal. pero una vuelta después vi que había recuperado unos metros a las dos Harley...“, me contaba Kenny hace un par de semanas en Indy “y dos vueltas después les tenía casi a tiro. Iban jugando, tocándose el culo por las rectas y haciendo el tonto, intentando tirarle tierra el uno al otro en las curvas”. Keener pensó escuchar algo extraño a tres vueltas del final y echó una mirada hacia atrás en la salida de la curva de entrada de meta y vio la Yamaha amarilla casi en las balas de paja. Todavía estaba algo lejos, pero dejó de jugar y dejó atrás a Springsteen. Keener miró a Springsteen y le indicó con el dedo que el peligro estaba muy cerca. “Tardé unos instantes en reaccionar y cuando miré atrás Kenny estaba a 100 metros, pero al empezar la última vuelta miré atrás y pude verle los ojos”, recordaba Jay, ahora, con 53 años, retirado del «flat track» pero todavía piloto de resistencia con el equipo de Gary Nixon ... Sí. el mismo que ganó los títulos Grand National de 1967 y 1968 Y el héroe de Barry Sheene, que adoptó el número 7, el «número fijo;) de Nixon, en su honor.
Roberts lo contó así: “Salía de la última curva de la ultima vuelta con el puño WFO (letras para las palabras que significan en inglés 'jodidamente abierto a tope) y pasé a Jay .. . Pensaba, "bien vaya ser segundo", pero tenía tanto agarre que sigo convencido de que Dios me buscó más tracción y pasé a Keener en la misma meta".
Sólo existe una película en blanco y negro de aquel adelantamiento porque Harley-Davidson había contratado a un cámara, pero tenía órdenes de «no filmar a Roberts para nada». Así era la rivalidad entre H-D y Yamaha, pero fue inevitable que en la última vuelta grabara a Roberts adelantando a las dos Harley.
“Fue un milagro”, dijo Kenny “y los milagros no se repiten”. Intentó correr con la Yamaha TZ en dos millas más pero se mostraba inconducible, tan inconducible que la AMA prohibió a los motores cuatro cilindros y «dos tiempos» al final de esa temporada.
En Indy, la noche anterior al Gran Premio, el público y muchas personas de MotoGp, entre ellos Valentino Rossi, Jorge Lorenzo y Toni Elías, esperaban ver al viejo de Kenny dar un par de vueltas de exhibición nostálgica y saludando con la mano. Pero lo que vieron fue al mismo diablo amarillo que asustó aquella noche a Corky Keener hace más de un cuarto de siglo. También lo vieron mis colegas de TVE, y gracias a ellos, vosotros también en el previo de la carrera del domingo ... Y antes de esta “Cinta”, en MOTOCICLISMO os contamos algo de la moto de Kenny, pero para verlo de verdad era preciso estar allí. No estuve en 1975, pero sí en 2009.
Después de lo de Kenny, vimos una gran carrera del Grand National, ganada por el campeón en título Ken Coolbeth. Coolbeth logró escapar al final, pero después de una gran batalla con Bryan Smith, rival de mi hijo cuando ganó el título Fórmula USA Pro Singles hace ocho años, y el joven J a red Mees... Los tres con las Harley-Davidson XR750 originalmente diseñadas en 1971, hace 38 años. No sé si la XR ni el Campeonato Grand National durarán otros 38 años, pero aquellas vueltas de Roberts, más las 25 vueltas de la final valieron el viaje a Indy... Lo de la victoria de Jorge Lorenzo al día siguiente en MotoGP fue la propina.
EL BOL D 'OR POR ORDENADOR
Mi más reciente experiencia con la resistencia ha sido muy diferente, pero también emocionante porque sin más información que el vuelta a vuelta ofrecido por el sistema de cronometraje Orion del circuito de Magny Cours, más algún SMS de mi nuera, seguí cada una de las 805 vueltas de la moto número 11 del equipo GSR Kawasaki pilotada por el francés Kenny Foray, el español Xavi Forés y el norteamericano de Miraflores de la Sierra, mi hijo, Kenny Noyes.
Habiendo corrido en resistencia y habiendo estando con Kenny en las 24 Horas del Circuit de Catalunya en otras ocasiones, tengo claro que la suerte en resistencia puede ser increíblemente cruel e injusta. En dos ocasiones, una vez con Folch Endurance y otra vez con Suzuki Catala, la victoria se le ha escapado por causas ajenas. Yen las Ocho Horas de Daytona se cayó cuando luchaba, junto con su compañero de equipo Dani Ribalta, por el podio.
Así, sabía que podría pasar de todo... Pero mientras la moto funciona, siempre hay esperanza. Aguanté despierto desde la salida, 15 horas en Magny Cours, las 6 de la mañana del sábado en California, hasta las 2 de la madrugada en California cuando la Kawasaki número 11 mantenía un mano a mano con la Yamaha número 7, líderes del Mundial y tres grandes veteranos al manillar, el ex campeón del mundo de Resistencia, Igor Jerman de Eslovenia, el ex piloto oficial de Petronas en el Mundial de SBK y ex campeón de Australia de SBK, Steve Martin, y un muy inspirado Gwen Gabbiani, un policía francés que fue el hombre más rápido de la prueba.
En la resistencia hay tensión hasta ver el tiempo de cada vuelta. Los primeros golpes de mala suerte para los pilotos españoles, todos amigos, ocurrieron con la caída de Dani Ribalta (corriendo con los norteamericanos Pridmore y Hayes en BK Maco Yamaha) y el abandono del equipo campeón del mundo de 2004, el Yamaha GMT94, la escuadra de David Checa.
Me desperté sobre las cuatro de la madrugada y al buscar la Kawasaki 11 en la pantalla no la encontraba, en su sitio, cuarto al cerrar los ojos, estaba el equipo Sapeurs Pompiers l8... Tampoco encontraba la Yamaha 7 de Y ART. ¿Se habían caído juntos?
Tampoco les encontraba entre los retiradas. Y fue entonces cuando se me ocurrió empezar a buscar más arriba. Los líderes seguían siendo SERT Suzuki seguidos por Michelin Power Research Honda, el equipo de Josep Monge. V, de golpe, vi que nuestra Kawasaki ya iba tercera. En la página Facebook de YART encontré el motivo del cambio... Sobrecalentamiento de la Yamaha. Pero nunca te puedes confiar... seguía cada vuelta hasta el final. Poco después Kenny, cansado pero satisfecho, me contaba «la batalla». Tercero en el Bol d'Or...
¡Cuánto hubiera dado yo por un resultado así cuando corría en España!
Pero una hora más tarde me llamó Kenny para decirme que habían descalificado a los segundos por ir con un depósito de 24,B6 litros en vez del máximo legal de 24. Algo que evidentemente no era culpa de Monge y los demás pilotos ... Aunque así es la resistencia, la suerte casi siempre parece que va en tu contra .. Pero no siempre. Para Kenny Noyes creo que habrá sido su última carrera de resistencia. Cuando era niño le dije que las dos disciplinas que mejor te preparaban para la velocidad eran «dirt-track» y «endurance». Y todavía lo creo, aunque el supermotard enseña más sobre los límites de la rueda delantera ... Desafortunadamente algo más importante hoy en día que el arte de derrapar:
¿Existirán dentro de otra década las grandes especies en peligro. «dirt-track» y «endurance»? No sé ... Y tal vez por eso he disfrutado tanto de estos últimos contactos con lndy, de cerca, y el Bol d'Or, de lejos.
Fotos: G&G⎜Archivo Kenny Noyes
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Es un privilegio poder hablar entre carreras y muy a menudo con el distinguido periodista técnico Kevin Cameron. Después de una de nuestras charlas recientes, Kevin me mandó un correo entrando en detallas sobre el tema de cómo un piloto sensible puede "recuperar" un neumático que ha empezado a degradarse. Como en todas las explicaciones técnicas de Kevin… me contesta preguntas que ni he sabido hacerle. El efecto Payne revela porque algunos pilotos pueden mantener un ritmo constante desde la salida a la bandera de cuadros y otros no. Creo que os va a gustar. - Dennis Noyes
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