Así trabajan los jefes de prensa de MotoGP
Los responsables de comunicación del mundial desarrollan su labor en los circuitos en medio de una lucha de intereses comunicativos constante.
Como cada fin de semana de Gran Premio en el Mundial de Motociclismo, la prensa juega un papel fundamental a la hora de trasladar lo que sucede en los circuitos a los aficionados, patrocinadores e incluso a otros medios de comunicación. Centenares de periodistas acreditados acuden a trazados de todo el mundo para contar las hazañas de los pilotos más rápidos del mundo. En esos circuitos se encuentran con la otra cara de la comunicación de este mundo, encargada de actuar como intermediaria entre pilotos e informadores: los jefes de prensa de los equipos. Algunos miembros del paddock de MotoGP ven esta figura del responsable de prensa como un beneficio para la labor informativa que se lleva a cabo en el campeonato, ya que puede hacer más fácil la conexión entre comunicadores y deportistas; sin embargo, otros, como Mela Chércoles, enviado especial del Diario AS y la Cadena SER, tiene una opinión distinta: “Son demasiado proteccionistas, se olvidan muchas veces de que han sido periodistas y en vez de ser un puente entre periodistas y pilotos, son una barrera para el periodista”.
La comunicación es un factor clave para el correcto desarrollo de MotoGP y, a pesar de que los periodistas son la parte más visible de la comunicación en los circuitos, los jefes de prensa de los equipos también actúan como una pieza más del engranaje completo del mundial de MotoGP. Este cargo ha experimentado una evolución notable adaptándose a las demandas del ecosistema mediático actual mientras da respuesta a las necesidades e intereses comunicativos que tienen tanto la prensa como los equipos que forman parte del campeonato. Iniciándose en el mundial como nexo entre prensa y deportistas, los profesionales que cumplen con este rol se han transformado periodistas ‘todoterreno’ capaces de desenvolverse en diferentes ámbitos periodísticos dentro de los circuitos.
Tiempos pasados
El Mundial de MotoGP dio el pistoletazo de salida en 1949 y, con el paso de los años, la presencia de la comunicación en el campeonato ha ido ganando cada vez más fuerza. Actualmente, los pilotos, al tiempo que firman un contrato con un equipo, lo hacen también de manera tácita o explícita ―por la inclusión de cláusulas específicas― con la prensa, puesto que tratar con ella es una parte más de su trabajo. Lograr una exposición positiva en los medios de comunicación, acompañado de buenos resultados, garantiza el apoyo de patrocinadores y, con estos, una aportación económica para que el equipo siga evolucionando y compitiendo.
Durante las últimas décadas, la comunicación corporativa y relaciones públicas se han hecho un hueco en todas las categorías del campeonato, y para conocer más sobre esta evolución la persona indicada es Dennis Noyes, un estadounidense nacido en Hoopeston (Illinois). Conocido por sus amplios conocimientos y peculiares anécdotas en este ‘mundillo’ gracias a su experiencia como piloto y periodista. Noyes vivió en primera persona la manera en la que funcionaba la conexión entre los deportistas y la prensa en la década de los 80. Echando la vista atrás, el expiloto rescata una conversación con el 12+1 veces campeón del mundo, Ángel Nieto, en la que esta leyenda del motociclismo aseguraba que “antes los periodistas molestaban mucho al buscar en el motorhome o en el garaje cuando estabas «metido en faena»”. Hace años, entrar en boxes sin pedir permiso y adentrarse con los equipos en busca de una tertulia era de lo más habitual para los periodistas.
No obstante, esto no era plato de buen gusto para todos los deportistas. Con el objetivo de evitar estas intromisiones y regular el intercambio de información, la figura del jefe de prensa se introdujo como un nexo entre los profesionales que cubrían el campeonato y los protagonistas. A pesar de que, como cuenta Dennis Noyes, esta figura “molestaba a algunos pilotos”, su presencia en el mundial ha aumentado con el paso de los años aun pudiendo ser, en ocasiones, un obstáculo para algunos informadores o pilotos del paddock.
La profesionalización de la comunicación deportiva hace que sea necesaria una figura comunicativa que trabaje de manera interna en los equipos de MotoGP. Se despierta, de este modo, un mayor interés hacia otro tipo de públicos; es decir, se crea contenido e información para aficionados, patrocinadores, entidades u otros agentes deportivos. El constante movimiento de la comunicación en el mundial hace que estos responsables de prensa y los periodistas deban estar en contacto continuo. Con esto se consigue evitar, por comodidad para los deportistas, el contacto directo con prensa y sponsors.
Periodistas todoterreno
Encargarse de la comunicación de un equipo en la actualidad no garantiza que la persona deba ejercer una sola labor, sino que ha evolucionado hacia una figura renovada de la comunicación deportiva. Se ha perdido en este rol la esencia del clásico periodista para dar paso a otro que controla el trato con decenas de personas en cada gran premio, el manejo de las redes sociales o el asesoramiento a los corredores, entre muchas otras tareas. En palabras de Friné Velilla, jefa de prensa de Dorna, es un rol “muchísimo más proactivo. En este mundo no hay ni una sola persona que tenga solo un trabajo, hay que aprender a hacer varias cosas, que también es la belleza de esto”.
La gran variedad de tareas que realizan los press officers ―así es como se les conoce en el ámbito anglosajón― complica la diferenciación entre las labores que desarrolla el responsable de prensa de un equipo y cuáles realiza el responsable del box de al lado. Algunas tareas se asemejan a un ámbito más relacionado con el marketing y las relaciones públicas, mientras que otras son más cercanas al periodismo. Y todas estas funciones también pueden quedar relegadas a una sola persona. La línea para discernir sobre esta cuestión queda borrosa en el campeonato, puesto que incluso los calificativos hacia estos profesionales son múltiples: jefe de prensa, director de comunicación o responsable de prensa son algunos de los de ellos.
José Luis Rojas: “La intermediación que antes realizaban, casi en exclusiva los periodistas, ya no se produce”
Entre estas funciones, destaca la de trabajar la imagen de la marca o del piloto, asegurando una buena imagen e identidad de cara al exterior. También, redactar comunicados de prensa, colaborar en la organización de eventos e incluso gestionar las declaraciones de los pilotos en momentos de máxima tensión. Además, con el desarrollo de las plataformas digitales, surgen tareas como controlar lo que publican los medios sobre el equipo llevando, al tiempo, la creación de contenidos para las redes sociales o la gestión de la estrategia de comunicación digital del propio equipo. Diferentes estudios como el de Xavier Ginesta Portet sobre los clubes de fútbol como creadores de su propio contenido, demuestran que los equipos son ‘fábricas’ de contenido multimedia. Trasladado al mundo del motor, haciendo uso de sus cualidades comunicativas, los equipos ofrecen contenidos novedosos y de calidad desde los circuitos. José Luis Rojas, profesor titular de Periodismo en la Universidad de Sevilla y experto en materia de comunicación deportiva, sostiene que “las formas de comunicar y de trasladar la actualidad a la audiencia han cambiado porque la intermediación que antes realizaban, casi en exclusiva los periodistas, ya no se produce. Hay nuevos canales, nuevas plataformas y los gabinetes de comunicación o directores de comunicación tienen sus medios propios”. Así, los responsables de prensa han conseguido llegar a la gente sin depender del trabajo de los periodistas; ya no necesitan pasar por el filtro mediático de la prensa.
Irene Aneas, jefa de prensa del Leopard Racing Team en Moto3, hace un repaso de los que, por su experiencia, son rasgos esenciales que se han de tener a la hora de trabajar en el paddock: “Es imprescindible el don de gentes, tener mucho autocontrol, empatía, paciencia y un poco de mano dura”. A esto añade Artur Vilalta, jefe de prensa del Ducati Lenovo Team en la categoría reina, la importancia de tener “capacidad de adaptación” porque no trabajan en un solo lugar, sino que se mueven por cada rincón de los circuitos para que la comunicación de las entidades para las que trabajan fluya de la mejor manera posible. Asimismo, desvincularse de las características clásicas del periodista y adaptarse a cualquier tipo de necesidad comunicativa es vital para esta profesión. Asegura Vilalta que, como él, estos responsables de comunicación tienen “una mente más abierta para poder hacer otras cosas” ya que “hay otros periodistas que sólo se ven haciendo periodismo puro y duro”.
En la categoría pequeña del campeonato, los pilotos de edades muy tempranas, “a veces no son conscientes de las consecuencias de sus actos y de sus palabras. Están en el mundial y tienen que mantener una seriedad y una profesionalidad”, sostiene Irene Aneas por sus vivencias trabajando codo con codo con pilotos de Moto3. De igual modo, esta responsable de comunicación hace hincapié en que hay ocasiones en las que a los pilotos se les considera “dioses de la velocidad” pero, en realidad, no dejan de ser “chavales muy jóvenes que no saben de muchas cosas”. Asesorar a los pilotos sobre cómo tratar con la prensa para mantener la imagen deseada en los medios es una de las labores comunicativas más importantes dentro de un equipo, aunque todos estos informadores coinciden en que la última palabra siempre la tiene el piloto. “Les preparo un poco. Sobre todo, en momentos conflictivos en los que no controlan y no saben de la repercusión que pueden tener sus palabras. Hacen quedar mal tanto a él como al equipo”, comenta la responsable de las relaciones con los medios para el Leopard Racing Team.
Uno de los factores clave a la hora de mantener esta buena imagen o status del piloto es conocerlo más allá de lo deportivo. Artur Vilalta asegura que la “sinceridad bidireccional” y la transparencia entre piloto y jefe de prensa son esenciales. Gracias a su experiencia, es consciente de que “decir la verdad el uno al otro y no callarte nada es muy beneficioso, sobre todo si las dos personas juegan al mismo nivel y aceptan críticas o comentarios. Se entiende que esto es para mejorar el trabajo. El jefe de prensa y el piloto trabajan siempre como un pleno equipo, como un núcleo”.
Pero la labor mediadora de los jefes de prensa no solo beneficia al piloto, sino a todo el conjunto del equipo. Izaskun Ruiz, periodista en el mundial durante 11 años para TVE, Movistar MotoGP y actualmente para DAZN, ve beneficiosa para toda la estructura la presencia del jefe de prensa, puesto que “hace entender incluso de puertas hacia dentro, a otros responsables del equipo o de otros departamentos, por qué es importante la parte de la relación con la prensa”.
Desde el lado de la prensa escrita, en el paddock existen distintas visiones sobre esta figura de los equipos. Álex López-Rey, periodista en el mundial y responsable de deporte en Motorbike Magazine, cree que los directores de comunicación son como un faro. “Cuando te quieres dirigir a un piloto o necesitas algo concreto, el jefe de prensa es la persona con la que te puedes comunicar. Por tanto, es una persona importante tanto para el equipo como para la relación con la prensa”, argumenta el periodista. No obstante, este informador confiesa que, con la intervención de los jefes de prensa, se ha perdido la parte más humana en la relación entre deportista y periodista puesto que se ha de atravesar ese filtro informativo. “Se pierde magia pero va todo en la evolución”, concluye López-Rey.
Mela Chércoles: “Yo pregunto lo que creo oportuno y el entrevistado decidirá si responde o no y qué responde”
Sin embargo, no todos los periodistas acreditados en el mundo de las dos ruedas tienen una opinión tan favorable sobre este rol comunicativo. Mela Chércoles, periodista en el Diario AS, La SER y anteriormente en Telecinco, discrepa y se define a sí mismo como “su enemigo público Nº1”. Trata de hacer su labor periodística de manera paralela a los jefes de prensa, evitando su filtro siempre que puede. “Ha habido jefes de prensa que me han dicho que no puedo preguntar alguna cosa y me los he saltado. Yo pregunto lo que creo oportuno y el entrevistado decidirá si responde o no y qué responde; él o ella no es quién para dirigir mis palabras, mis preguntas ni mi medio de comunicación. Yo no me meto en su trabajo y ellos no se meten en el mío. Es una guerra permanente y un choque de intereses muchas veces”, sentencia Chércoles.
La relación entre informadores
La convivencia entre periodistas y directores de comunicación de los equipos en el paddock no va siempre sobre ruedas y desata la eterna cuestión de si existen tensiones entre ambas profesiones. Se tiende a creer que estos responsables de prensa son los enemigos de los periodistas y que una de sus labores es censurar la información que los medios demandan. No obstante, estos jefes de prensa defienden que lo que consiguen con su trabajo es hacer la vida más fácil a los periodistas. El hecho de que estos hayan ejercido primero de periodistas y sepan qué es lo que los medios necesitan es un punto a favor en el que la mayoría de estos profesionales coinciden.
Izaskun Ruiz opina, precisamente, que “lo que les hace unos grandes jefes de prensa es que han sido periodistas y tienen la doble visión. Obviamente, cuando pasan a ese otro lado hay cosas que tienen que ver con el periodismo que tienen que dejar de lado, pero la esencia es la que hace que luego puedan ayudar a los periodistas. Darle la vuelta y conseguir cosas buenas para el equipo pero, a la vez, ayudando al otro lado: es el equilibrio perfecto”.
Artur Vilalta, como punto a favor, defiende que “si has estado en el lado del periodista ves qué temas pueden salir en una rueda de prensa, sean delicados o no. Sabes lo que un periodista está pensando o querrá preguntar y eso ayuda tanto al deportista como al director deportivo. Es un valor añadido y una ventaja. Funciona muy bien incluso al final de una entrevista para saber hacia dónde iría el titular o el mensaje que el periodista iba a dar después de escuchar lo que el piloto ha dicho”. Ahora bien, es necesario poner unos límites para que el trabajo sea bueno para ambas partes. Vilalta reconoce que él es el primero que intenta dar contenido a los periodistas y ayudarles pero, “igual que ellos hacen su trabajo de la manera que creen y hay ciertas cosas que ellos publican con su criterio, también hay ciertas cosas que, a lo mejor, no les puedes contar. Por delante está la empresa que paga y por la que se trabaja. Y también se exige este nivel de comprensión que yo tengo hacia ellos pero hacia mi trabajo”.
Berta Brau, jefa de prensa del ELF Marc VDS Racing Team y previamente periodista en Movistar MotoGP, define a los equipos del campeonato como un “búnker” donde “hay informaciones que se comparten sin problema y otras que, como afectan a muchos otros puntos, se decide si se dicen o no. […] Conviene que se hable del equipo, con lo cual interesa facilitar al máximo a los periodistas, pero hay cosas de las que no interesa que se hable o que no se hable tanto, por lo que hay que estar un poco en esa balanza”.
Se ha de tener en cuenta, de este modo, que los jefes de prensa forman parte de un equipo, llevan los colores de una marca y velan por sus propios intereses. En palabras de Mela Chércoles, “ellos compiten cada fin de semana de carreras, ganan o pierden, hacen segundo o tercero”. El periodista confiesa que lo que envidia de estos responsables de comunicación es, precisamente, esa adrenalina de competición de la que carecen los periodistas, a quienes se presupone la neutralidad.
En ambos bandos
El paradigma de estas tensiones emerge cuando estos dos roles de la comunicación se funden en una sola persona. Aunque no es muy común, el caso de Borja González, jefe de prensa de Pol Espargaró ―piloto del Repsol Honda Team de MotoGP―y periodista en DAZN, Colpisa y Cadena COPE. Su larga experiencia como periodista previamente en el mundial (Cadena SER, Motorpress Ibérica, SoloMoto, Movistar MotoGP) le ha ayudado a encontrar un equilibrio entre ambos cargos. González admite que su figura es “un poco extraña”. “Me toca ser más ponderado cuando Pol hace las cosas bien para no generar ninguna duda de que se está inflando lo que él ha hecho. Casi le perjudica mi doble figura porque, a lo mejor, si yo no estuviese trabajando con él, le daría más cobertura a cosas que hace”, explica el periodista.
Borja González: “No puedo aprovechar esta posición y situación como una ventaja para mi profesión”
Tener capacidad para gestionar qué información hay que callar y cuál no es vital para los jefes de prensa y, en este caso concreto, lo es aún más. Al estar trabajando al lado de un piloto se conoce mucha información generada internamente y, como afirma Borja González, “ese tipo de información hay que saber no utilizarla. No puedo aprovechar esta posición y situación como una ventaja para mi profesión”.
Reconoce González que estar trabajando en ambos lados “no es lo ideal” ya que, además, muchos miembros de la prensa “te miran con el colmillo retorcido”. El propio Mela Chércoles opina abiertamente que “no es compatible ser jefe de prensa y periodista” puesto que sostiene que esto no te permite como periodista estar a todo y actuar desde la neutralidad.
Sin embargo, José Luis Rojas apunta sobre esta lucha de intereses comunicativos que el hecho de que “haya discrepancias por algo publicado forma parte del ejercicio periodístico. Es un error pensar que el periodismo va a seguir siempre la línea e imagen que uno pretende desde la comunicación; habrá veces que sí y otras que no”. Rojas subraya que con el paso del tiempo se ha dado la circunstancia de que, en algunos casos, “hay más periodistas en comunicación que en las redacciones de los medios, lo que desequilibra bastante el poder a la hora de controlar y colocar los mensajes informativos”. Todos estos cambios comunicativos dejan a los periodistas, según este experto, en una posición en la que tienen que aprender de todas las posibilidades de comunicación más recientes para “hacer un mejor periodismo deportivo”.
Así y todo, en un Gran Premio todo va a una velocidad vertiginosa y los responsables de comunicación han demostrado que no se han quedado atrás en su particular ‘carrera’ por evolucionar y reinventarse profesionalmente. MotoGP se ha consolidado como un deporte de éxito consumido por millones de personas de todo el mundo en los últimos años, haciendo incluso sombra a otros deportes de gran impacto en audiencias. Estos avances han hecho necesaria la introducción de este rol comunicativo que desarrolla una de las labores más versátiles dentro del campeonato.
A diferencia de lo que ocurre en otros deportes, el paddock es identificado con frecuencia como una gran familia de miles de personas que viajan juntas por alrededor del mundo. Comparándolo con otros deportes de mayor tamaño, este campeonato hace que técnicos, pilotos, periodistas y todo tipo de trabajadores del mundial establezcan estrechas relaciones, tanto dentro como fuera de pista. Friné Velilla admite que “en MotoGP se alardea a veces de la accesibilidad que tiene la gente a los pilotos. En otros deportes no hay ese ambiente tranquilo en el que el deportista puede charlar tranquilamente con un periodista. En la NBA no sé yo si están los jugadores tomándose un café con los periodistas”.
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