Dennis Noyes llegó a España en 1967, procedente de Guatemala, para dar clases de inglés en el Instituto de Estudios Norteamericanos de Barcelona. Hasta ese momento, su relación con los deportes de motor se había limitado a competir en stock cars, pero lo dejó porque era muy caro. Además, le atraía la posibilidad de dar el salto a las dos ruedas. Solo había una pega: “No saber ir en moto era uno de los principales problemas”.

Su debut como piloto de motociclismo se hizo esperar porque viajó por Latinoamérica para aprender español, pero la fiebre de las motos se apoderó de él cuando llevaba poco tiempo la Ciudad Condal, “donde cada semáforo era como el inicio de un Gran Premio”. En 1968, mientras presenciaba el GP de España, supo que quería ser piloto y se puso manos a la obra. “Compré una Ducati con la que me lancé a correr, ya con 26 años. Era el junior más viejo de España”, reconoce. En su segunda carrera acabó cerca del triunfo, por detrás de un chaval que apuntaba maneras. Se llamaba Ricardo Tormo.

Dennis estaba decidido a proclamarse campeón de España algún día, pero la federación le prohibió puntuar por ser extranjero. Sospechaban que podía ser un profesional estadounidense y se vio obligado a competir en el Reino Unido, donde ganó diez carreras.

En 1980, Javier Herrero, director de MOTOCICLISMO por aquel entonces, tuvo una idea: organizar las Motociclismo Series, un campeonato de motos comerciales en el que Dennis sí puntuaba. Venció en la categoría intermedia en 1982, al año siguiente fue subcampeón de Fórmula 1, la clase reina, y tras esta aventura se retiró para centrarse en su familia y en el periodismo.

Tiempo después, Josep Maria Folch le convenció para competir en las 24 horas de Montjuïc. Junto a Juan Porcar, consiguieron una segunda plaza en 600 cc, un resultado que encendió la chispa: Dennis quería ser Campeón de España de Resistencia en 1986. Con cariño, Jaime Alguersuari le dijo que estaba loco, y Dennis respondió: “¿Desde cuándo eso ha sido un problema en el mundo de las carreras?”.

Para conseguir una Yamaha y convertirse en el primer piloto extranjero con licencia nacional de pleno derecho, recibió ayuda del propio Alguersuari, también de Folch y de Andrés Pérez Rubio, que ejercía como delegado de la federación. Fernando Prous, un especialista de esta modalidad, fue su compañero de equipo. Ganaron las 12 horas de Jerez, acabaron terceros en las 8 horas de Calafat y, junto a Gustavo Taberna, se proclamaron campeones en Montjuïc por delante del equipo oficial Ducati, formado por Benjamín Grau, Joan Garriga y Carlos Cardús, con drama incluido en los últimos instantes porque Prous se encontraba mal. Dennis tuvo que hacer un relevo extra: el último de su trayectoria deportiva y el que le permitió conseguir el objetivo que se había propuesto cuando Ricardo Tormo le adelantó bajo la lluvia de Castellón de la Plana.

Desde entonces, el apellido Noyes ha sido tres veces campeón de España gracias a que Kenny consiguió un título en resistencia (2006) y otro en Superbike (2014). Dennis lo tiene claro: “La locura nunca falla”.